Denunciamos las últimas amenazas contra organizaciones indígenas y afrodescendientes en el Cauca y el asesinato de Miller Correa, Consejero de la ACIN

Las instituciones públicas vascas y organizaciones de derechos humanos y solidaridad con Colombia abajo firmantes DENUNCIAMOS las amenazas recibidas el pasado 7 de marzo por Indepaz (Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz), el CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca), ACIN (Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca) y ACONC (Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca), declarándolas objetivos militares por parte del Bloque Sur Occidente de las Águilas Negras.

Estas organizaciones y colectivos han participado en diferentes ediciones del Programa Vasco de Protección para Defensoras y Defensores de Derechos Humanos[1] y con ellas la Delegación Vasca de seguimiento a la situación de los derechos humanos en Colombia ha mantenido diferentes encuentros, el último de ellos, en enero del presente año[2]. Además, son organizaciones acompañadas ampliamente por la cooperación vasca, a través de diferentes iniciativas de solidaridad. Por lo tanto, mantenemos un compromiso de especial seguimiento y vigilancia a su situación colectiva.

Mostramos nuestra más enérgica repulsa al asesinato del líder comunitario Miller Correa, consejero de la ACIN, que se suma a los 39 líderes y lideresas asesinadas en lo que va de año[3] 1.326 desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016-. Expresamos toda nuestra solidaridad con su familia y con la ACIN, a quienes acompañamos sinceramente en el dolor y en la exigencia de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.

Por lo anterior, SOLICITAMOS a las autoridades competentes:

  1. El esclarecimiento de los hechos mediante una investigación imparcial que lleve hasta los autores materiales e intelectuales de estas violencias.
  2. El fortalecimiento e implementación de garantías reales y efectivas, individuales y colectivas, para la protección de la vida y el territorio de los pueblos afrodescendientes, indígenas y campesinos del Cauca y del resto del país.
  1. El reconocimiento y promoción de los Acuerdos Humanitarios consensuados por las comunidades rurales, que cuentan con el apoyo de amplios sectores sociales e institucionales y constituyen una salvaguarda para la población civil donde existe presencia de diferentes actores armados en disputa.

Finalmente reiteramos nuestro APOYO y SOLIDARIDAD con las personas defensoras de derechos humanos, los pueblos indígenas, el pueblo negro y las comunidades campesinas, principales víctimas de la violencia y el conflicto. Reconocemos su compromiso con la construcción de un país en paz con justicia social y exigimos el respeto a la VIDA y la PERMANENCIA en sus territorios ancestrales.

Firmantes:

  • Gobierno Vasco
    • Dirección de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad
    • Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo -– eLankidetza
  • Parlamento Vasco
    • Euzko Abertzaleak – Nacionalistas Vascos
    • EH Bildu
    • Socialistas Vascos – Euskal sozialistak
    • Elkarrekin Podemos – IU
  • Plataformas:
    • Coordinadora de ONGD de Euskadi
    • Eskubidez (Foro de Asociaciones de Educación en Derechos Humanos y por la Paz)
  • Organizaciones de derechos humanos y cooperación
    • Alboan
    • Aldarte
    • Arabako SEADen Lagunen Elkartea – Asociación de Amigas y Amigos de la RASD de Álava
    • Emigradas sin Fronteras
    • Gernika gogoratuz
    • Mugarik Gabe
    • Mundubat
    • Paz con Dignidad – OMAL
    • Paz y Solidaridad Euskadi
    • Zehar-Errefuxiatuekin
  • Academia
    • Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe (Universidad de Deusto / Deustuko Unibertsitatea)
    • Hegoa, Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional (Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea)

 

 

[1] El Programa Vasco de Protección para Defensoras y Defensores de Derechos Humanos es una herramienta de solidaridad política cuyo objetivo es contribuir a la protección de las personas defensoras de derechos humanos en riesgo. Liderado por el Gobierno Vasco –desde la Dirección de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad y con el acompañamiento de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, cuenta con el apoyo del Parlamento Vasco, la participación de las organizaciones vascas de cooperación y con la coordinación de Zehar-Errefuxiatuekin.

[2] https://zehar.eus/wp-content/uploads/2022/01/Comunicado-delegaci%C3%B3n-vasca-Colombia-2022.pdf

[3] Cifras de la Asociación Nomadesc

Encuentro entre periodistas y familias ucranianas acogidas en Oñati

Natasha y Ksenia son madre e hija llegaron la semana pasada a Oñati huyendo de Ucrania. Ksenia, así se llama también otra de las mujeres acogidas en Larraña Etxea con sus hijos, también ha llegado recientemente a Euskadi huyendo de la guerra. Hoy han atendido a la prensa que se ha acercado al centro para conocer de primera mano su realidad, acompañadas de Arantza Chacón, directora de Zehar y Xabier Legarreta, Director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco.

Oksana salió de Irpin, una pequeña localidad muy cercana a Kiev, el día 24 de febrero. De madrugada su marido la aviso de que la guerra había comenzado. Asegura que mantuvo hasta el último momento la esperanza de que todo se quedaría en un susto y que no fue hasta que vio como soldados rusos llegaban a su pueblo cuando fue consciente de que estaba sucediendo de verdad. En cuanto esto pasó, cogió el coche de su yerno y se marchó de allí con su hija Natasha y su nieta llevándose únicamente las cosas más esenciales.

Su idea era poder de llegar a Euskadi y tratar de encontrarse con una familia a la que había conocido hacía algunos años en un programa de acogida. Han recorrido un camino de más de 3.000 kilómetros hasta llegar a Euskadi, en donde están desde el día 4 de marzo. Sus familiares hombres, su marido, su hijo y su yerno, se han quedado en Ucrania.

Su pueblo ha dejado de ser el hogar de muchas familias para convertirse en un punto estratégico. Cuenta que hay soldados rusos por todas partes, que muchos edificios, puentes y carreteras están siendo destruidos por las maniobras militares y que los civiles que siguen en la zona, lo hacen con un miedo constante a morir. De los 50 niños y niñas que había en los refugios, 13 han sido alcanzados por los disparos de los militares.

El día que lo hizo Oksana, también Kseniia abandonó su casa en Vishgorod. Ella es madre soltera de tres hijos y recuerda los momentos previos a irse con mucho miedo e indecisión. Sus hijos estaban asustados por el ruido de los aviones y los bombardeos y ella no sabía qué hacer. Una amiga le dijo que ella iba a poner rumbo a Francia con sus dos hijos para que estos estuvieran a salvo en casa de su suegra y fue entonces cuando tomó la decisión de irse con ella.

Su camino también ha sido muy largo y por carretera, en un único coche y con cinco menores. Se separó de su amiga al llegar a Francia, ella se quedó allí y Kseniia llegó con sus hijos a Euskadi. Cuenta que la oferta de su amiga fue su única posibilidad para conseguir salir de Ucrania sola y con tres niños, pero que no puede evitar sentirse culpable e impotente por haberse marchado sabiendo que su madre y otros seres queridos, con los que ha podido mantenerse en contacto durante estos días, siguen en Ucrania sin saber que pasará mañana.

Puedes leer el posicionamiento de Zehar-Errefuxiatuekin sobre la guerra en Ucrania AQUÍ.

Puedes ver todas las fotos AQUÍ.

Reclamamos a las instituciones y partidos políticos vascos que presionen a la UE para que habilite vías legales y seguras para las personas que están huyendo de Ucrania

La organización Zehar-Errefuxiatuekin, (antigua CEAR-Euskadi) pide al Gobierno Vasco y resto de instituciones vascas, así como a todos los partidos políticos de Euskadi con representación en el Parlamento Europeo y en el Congreso de los Diputados que presionen, en la medida de sus competencias, para que los Estados miembros de la UE den una respuesta solidaria a las personas que, debido a la emergencia humanitaria, se están viendo obligadas a huir de Ucrania.

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