«Refugiadas: La trata con fines de explotación sexual en el contexto de militarización y cierre de fronteras”, es el título de la investigación liderada por el equipo de Incidencia y Participación Social de ZEHAR errefuxiatuekin, cuyos resultados se socializarán este próximo jueves, 11 de mayo, en una jornada que tendrán lugar en la sala Garate de la Universidad de Deusto, en Bilbao. Se trata de un informe que propone una breve aproximación a la trata con fines de explotación sexual como una persecución por motivos de género para contribuir a identificar a las mujeres extranjeras que la sufren como mujeres refugiadas.

En él se posiciona la trata como una de las más graves consecuencias del control y militarización de las fronteras y se abordan sus consecuencias en los cuerpos y vida de las mujeres. Las dificultades cada vez mayores con que se encuentran las personas migrantes y refugiadas para acceder a Europa ponen en riesgo sus vidas y tienen consecuencias especialmente lesivas en las mujeres. La posibilidad de emprender un proceso migratorio sin sufrir violencia sexual o acabar en manos de las redes de trata es casi inviable para quienes vienen de África subsahariana.

En los últimos dos años, en ZEHAR errefuxiatuekin hemos detectado un importante número de mujeres nigerianas que presentan indicios de ser víctimas de trata con fines de explotación sexual. En 2016 fueron más de 40 las mujeres atendidas con estos indicios.

Suelen venir sin una noción clara de lo que necesitan de ZEHAR errefuxiatuekin y del papel de la organización. Hablan con miedo, de forma difusa y contradictoria, lo que nos hace presumir que siguen directrices marcadas por la red. Debido a la situación de riesgo que padecen y a las amenazas sobre sus familiares en su país de origen, no hacen mención a su situación de explotación y es complejo establecer relaciones de confianza con ellas.

Las desarticulaciones de redes de trata nigerianas de las que se han hecho eco los medios de comunicación en los últimos meses y la realidad que detectamos entre nuestro colectivo de atención corroboran que Euskadi se ha convertido en un centro de distribución de mujeres nigerianas a otros puntos de la península y probablemente también de Europa.

La esclavitud del siglo XXI

Se trata de un fenómeno que la ONU describe como “la esclavitud del siglo XXI”. Entre 13.879 y 40.000 mujeres son explotadas sexualmente en el Estado español, uno de los principales países de destino y de tránsito de las redes de trata, según la Organización de Naciones Unidas (ONU). Se calcula que la cifra asciende a 140.000 en Europa.

La mayoría son mujeres jóvenes, entre 23 y 27 años, aunque tanto fuentes policiales como organizaciones sociales alertan de que cada vez hay más casos de menores explotadas. En lo que respecta a Euskadi, los principales países de procedencia de las mujeres son: Nigeria, Rumanía, China, Paraguay, Brasil y República Dominicana.

El derecho de asilo

La trata con fines de explotación sexual es una violencia de género que llega acompañada de otras violaciones graves de derechos humanos. Para muchas de estas mujeres la posibilidad de ser devueltas a sus países de origen constituye un riesgo de ser re-victimizadas, re-tratadas, de sufrir ostracismo social o graves violaciones de sus derechos fundamentales.

Hasta la fecha son 23 el total de estatutos de protección internacional concedidos por el Gobierno español a mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual, 19 de ellos concedidos en el último año.

Por todo ello, desde ZEHAR errefuxiatuekin reivindicamos que:

  • Se garantice el acceso a la protección internacional en la frontera sur (oficinas de asilo de Ceuta y Melilla y en las costas), así como en el resto de fronteras del Estado (puertos y aeropuertos).
  • Se cuente con las organizaciones especializadas en la identificación de las mujeres en situación de trata.
  • Se evite el ingreso en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y la devolución a un lugar en que su vida corre peligro.
  • Se garantice el acceso a la información sobre sus derechos, incluido el derecho a protección internacional.
  • Se capacite en materia de género y derechos humanos a quienes tienen competencia en la materia, especialmente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.